Audiolibro gratis : Me faltan horas y me sobran gilipollas, de Jessica Gómez

Cada semana te comprometes a comer saludablemente y cada semana terminas excediéndote con los macarrones; pueden pasar meses entre una depilación y la siguiente; sufres un ataque de ansiedad cada vez que miras el WhatsApp; ya has tenido que reprogramar dos veces la cita con la dentista; siempre te las arreglas para terminar encargándote de todos los problemas; la silla donde acumulas la ropa está al borde del colapso y empiezas a cansarte de que, al parecer, tu misión en la vida es hacer lavadoras hasta el fin de los tiempos.

¿Te identificas? En estas y muchas otras situaciones cotidianas te vas a ver reflejada sí o sí. Jessica Gómez vuelve a hacerte sonreír y te ofrece las mejores claves para gritar a los cuatro vientos que, aunque te falten horas y te sobren gilipollas, vas a intentar por todos los medios dedicarte más tiempo para estar bien y a eliminar todo lo que te quita energía y paz, y ponerte la número UNO en tu lista de prioridades.

Porque en el mundo, querida, solo existen dos tipos de personas: TÚ Y TODAS LAS DEMÁS. Y a partir de ahora es a ti a quien vas a cuidar.

«Ya estamos bastante acostumbradas a la idea de que tenemos que cuidar a nuestra niña interior. Pero hay otra parte de nuestro interior que nos empeñamos en hacer como que no existe, y eso no es justo, porque creo que todas nuestras facetas deben ser cuidadas y valoradas en alguna medida, ¿no te parece? Y es que todas sabemos que cuando estás de buen humor todo es amor y buen rollo, pero se ve de qué pasta estás hecha cuando estás hasta el coño. Y, querida, todas estamos hechas de monstruos.

Pues ese monstruo necesita respirar y hacer ejercicio de vez en cuando, porque si lo dejas encerrado y te empeñas en ignorarlo, se volverá loco y empezará a oler mal, y cuando se canse de dar vueltas dibujando ochos dentro de tu cabeza, decidirá salir por su cuenta destrozando la puerta a zarpazos. Y lo hará, no te quepa duda, en el momento que menos te convenga y echando espumarajos por la boca. Quizás hasta se lleve a tu niña interior por delante. Y tú no quieres que eso suceda, ¿verdad?».